domingo, 13 de junio de 2010

Pictures at an Exhibition I


Tomo prestado el título a Emerson, Lake & Palmer de su famoso álbum de 1972, para iniciar una serie de entradas acerca de mis cuadros favoritos. Y como no podía ser de otra manera, empezaré por el primero de la lista, ese que querrías tener colgado en la pared de tu casa para poderlo ver a todas horas.


"El Cardenal" es un óleo de Rafael, pintado alrededor de 1511 y que se puede admirar en el Museo del Prado.


Destaca en él, la maestría en el uso del color, el realismo y la sencillez. Sencillez mediante la que la expresión formal se transforma en una aristocrática espiritualidad, un tanto ambigua.


Para mí, el cuadro es, más que la imagen, la descripción psicológica del personaje. Rafael lo viste de Cardenal para desnudarlo ante nuestros ojos y mostrarnos su profundo interior. Es el retrato, duro y descarnado, de un personaje poderoso e influyente en la corte del Papa Julio II. Sentimos claramente su personalidad reservada, su mirada profunda, ese aire pensativo y algo alejado, marcando distancia con lo que le rodea.


Es el prototipo de hombre renacentista : inteligente, frío y de refinada sensualidad. Podríamos afirmar que su libro de cabecera, más que un misal o la Biblia, sería "El Cortesano" de Castiglione.


Es un cuadro fascinante. Esa mirada, siglos después de que se apagara, sigue imponiendo respeto a todo aquel que ose enfrentarla.

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